Quiero hablarle a usted, llamarle pero no llamarle por ese nombre suyo que le conocen todos, ese nombre que le conocen las sombras y las soledades, hablarle a usted sin expectativas ni proclives, encontrarle un lugar que no sean las islas de mundo que tiene bajo los pies, las islas desiertas en la espalda, confesarme en sus lunares o en el color de sus ojos de manera religiosa, llamarle a usted sin prisas, sincronizarle la boca y los latidos, escribirle sin agobio, exhausto de encontrarle en cada rostro, enfermo de no pensar, no quererle de manera criminal y sin sentido, sin empujarle a la borda, sin saltos de fe, sin la importancia de las fechas importantes, hablarle a usted, como solo te hablas tu.
lunes, 7 de julio de 2014
sábado, 21 de junio de 2014
Asesino de calendario
Les asesino a todos y cada uno de ellos, les
ahorco, les asfixio, les apuñalo con
frialdad, Les asesino a todos, terminada su labor, entro al cuarto de baño,
lavo su rostro, frotó sus ojos, encendió fuego en la primera planta de la casa,
tomando las llaves del automóvil salió. Mientras conducía, con el olor a
gasolina a su espalda, lo supo, era libre, aquel hombre había asesinado todos
sus recuerdos, su pasado.
Memorias de un asesino
¡Oh! Alma empañada
que de horrible manera y sin discreción irrumpes en mi noche, deja mi soledad
tranquila, márchate y limpia mi culpa, oh, sombra rechinante de dolor engrana
tu camino y sigue a tu olvido, tiniebla de túnel despeja mi turbulenta noche,
Oh inocente alma libre de condena, impune has de dejar mi crimen, abandona tu
castigo tu que fueses mi amada a mí que fuese tu amor asesino.
Despedidas en espera
El pasado llega de visita con malas intenciones
el tiempo que es mentira no pasa
los recuerdos se hacen dagas
las cicatrices habitan este espacio sin puertas ni ventanas,
el amor sale de puntillas
las cenas con gusanos
silencios con por qué sin responder
el sacrificio de la vida sin premio
esas ventanas de tus ojos son vidrio quebrado
esta lágrima sorda impermeable se evapora
extiendo el alma húmeda en el tendedero, esperando le seque la tormenta
este perfume vació, mi regalo, huele a nada
huele a una de tus muchas ausencias
y si te quito el alma, la empeño por otro corazón
si te muerdo la boca, le arranco uno a uno los pétalos
preguntado si me quieres y si no
y esos tus otros ojos azules de cristal se despiden una vez más
esta cena sin vino, esta cena velas apagadas
se acabó, esta otra de mis muertes saludando.
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